Associated Press
2014-04-17Las Vegas— El garaje de la costera mansión de Beibut Shumenov está lleno de guantes nuevos para boxear, ya que le gusta coleccionarlos.
Existe una cámara hiperbárica en el armario de la recámara principal, además de que en un enorme salón hay pesas y máquinas por todos lados.
En el exterior, se encuentra un bote flotante abandonado.
Es demasiado lento para el boxeador, además, no tiene tiempo suficiente para usarlo.
Shumenov peleará mañana por la noche en Washington, en contra del siempre joven Bernard Hopkins, una tarea que toma muy en serio.
Este campeón de la división semipesada ha entrenado obsesivamente para una pelea en la que espera acaparar la atención que desde hace mucho ha estado buscando.
“Toda mi vida he soñado con esta pelea”, comentó Shumenov.
“No sólo trato de demostrar que soy el mejor. Quiero ser reconocido por los grandes boxeadores, como Muhammad Ali y Sugar Ray Robinson”.
Este peleador, que se mudó a vivir a Estados Unidos de Kazajistán para empezar su carrera sin saber una palabra en inglés, está ansioso por llegar a ese momento.
Shumenov peleó 12 rounds en su primera pelea profesional, logró escalar hasta enfrentarse a un ex campeón mundial en su sexto compromiso.
Peleó por un título en tan sólo su novena pelea y ahora se medirá contra Hopkins en una pelea unificada en las 175 libras después de tan sólo 15 peleas profesionales.
“Escogí ir por la vía rápida”, aseguró Shumenov en una entrevista reciente que se efectuó en la sala de su casa que tiene un lago artificial y se localiza a unas cuantas millas al oeste de los brillantes casinos de esta ciudad.
“Ahora vivo y respiro box”.
En un deporte en donde todos tienen una historia, Shumenov tiene muchas.
Hopkins podría ser el astro de su cartelera, pero Shumenov merece ser reconocido.
Cuando tenía 9 meses de edad, le dieron leche contaminada y casi murió.
Cuando era niño, durante la separación de la Unión Soviética, recuerda haber sido enviado a las casas de sus parientes para pedirles pan, pero le cerraban las puertas en la cara.
Comentó que tiene una licenciatura en Derecho y ahora habla cinco idiomas.
Su inglés es casi impecable, dijo que lo aprendió caminando por todos lados con su diccionario ruso-inglés y vio películas sin parar después que se mudó de su país natal a Seattle.
“Las películas de “El Padrino” son mis favoritas”, dijo.
“Las tres”.
Shumenov representó a Kazajistán en las Olimpíadas del 2004, perdiendo en la segunda ronda después de fracturarse una mano.
Tras retirarse un tiempo del deporte para ayudar en el negocio de su familia, regresó muy dedicado y ahora pasa de 10 a 12 horas al día boxeando, practicando artes marciales o ejercitándose.
No sólo planea pelear bien contra Hopkins, sino quiere verse bien.
Contrató a un equipo integrado por ocho mujeres que trabajaron casi 30 días y noches en su país natal para confeccionarle la ropa que usará en el ring –con grabados dorados– el sábado por la noche.
“Mucha gente no me conoce”, dijo Shumenov.
“Soy un científico que ha estudiado el boxeo”.
Shumenov necesitará esa ciencia y algo más si desea derrotar a Hopkins, quien tiene 49 años de edad y ha disfrutado de un resurgimiento en su carrera mientras sigue peleando a una edad en la que pocos boxeadores se atreverían a hacerlo.
Ha estudiado a Hopkins, ha visto todas sus peleas.
Entiende que está ante un maestro en el arte del boxeo.
“La gente no sabe que él es realmente un genio de ese deporte”, comentó Shumenov.
“Le hace creer a sus contrincantes que pueden darle un golpe pero fallan. Es un súperhombre”.
Shumenov no es el favorito por momios de 2-1, lo cual no le preocupa.
El mismo se entrena y cree que ha descubierto métodos que puede emplear efectivamente en contra de un peleador que ha hecho una carrera frustrando a sus contrincantes.
“Ya lo tengo en donde lo puedo alcanzar”, aseguró Shumenov.
“He estado trabajando duro para defenderme de sus peligrosos golpes”.
Si Shumenov logra prevalecer espera que esta pelea sea una que la gente pueda notar.
El combate encabeza una cartelera que será televisada por Showtime Network.
“Durante años me he preparado para esto”, dijo.
“Me siento muy confiado en que la gente quedará satisfecha con mi actuación”.