Agencia Reforma
2014-04-24
Ciudad de México.- En La Noria ya dejaron atrás a sus demonios.
La casa de Cruz Azul ya no es la misma desde ayer. Desde el momento en el que los empleados recibieron al rey de la Concacaf haciéndole pasillo quedó claro que el plantel se había liberado de años de frustraciones, que muchas deudas habían sido saldadas como, horas después, advirtió el técnico Luis Fernando Tena.
“Eran ya muchas finales perdidas y ahora ganamos una muy importante ante un equipo muy fuerte en su propia cancha, históricamente complicadísima, entonces sí, creo que los fantasmas por fin se han ido de La Noria y de todos lados y vamos a encarar con mucha fe, entusiasmo y determinación la Liguilla que está tan cerca”, dijo el “Flaco”.
Hace 17 años, el timonel condujo a Cruz Azul a su último título de Liga. Aun así, meses atrás se cuestionó su cuarto arribo a La Noria como DT, con todo y que cargaba la medalla de oro del Tri en los Juegos Olímpicos de 2012, aunque no lo favorecía el reciente paso con José Manuel de la Torre en la Selección Mayor.
Tena apuntó que el verdadero reto consistiría a la hora de erradicar la presión en cada futbolista, de cazar fantasmas; ahora, ya no es necesario.
“Es un gran logro y los jugadores que tienen algunos años en este equipos tenían una espina clavada y ésta fue una gran oportunidad”.