Agencia Reforma
2014-07-27
Ciudad de México.- Esta vez no apareció la garra auriazul, pero sí la rojiblanca.
Con base en la entrega, en ocasiones más característica de los Pumas, una mejor condición física y funcionamiento futbolístico, las Chivas pusieron fin a la maldición de 10 años sin ganar en el Olímpico Universitario.
Gracias a un gol de Fernando Arce, su segundo en partidos consecutivos, también de tiro libre y con la complicidad del portero rival, el Rebaño Sagrado se impuso por 1-0 al conjunto de la UNAM.
Desde la óptica por la que se aprecie el encuentro, la escuadra de Carlos Bustos fue superior a la dirigida por José Luis Trejo.
Además del agónico tanto de Arce, el Guadalajara estremeció en un par de ocasiones el travesaño, tuvo mayor posesión del esférico, generó las oportunidades más claras y hasta se vio afectado cuando el árbitro César Ramos no apreció dos penaltis.
Contrario a lo apretado que fue el marcador, en los primeros minutos los equipos protagonizaron un duelo de ida y vuelta, con emociones en ambas porterías. Algo atípico en sus enfrentamientos.
El primer aviso lo dio Chivas con un cabezazo de Aldo de Nigris que se estrelló en el larguero, al 11’.
Los universitarios pasaron un gran susto cuando Marco Palacios se olvidó de sus limitaciones y quiso recortar a Omar Bravo en el área, pero terminó por perder el esférico. Al final, con una barrida al filo de la navaja, logró resarcir su error.
Javier Cortés tuvo en sus botines el primer tanto para los felinos, pero tardó en disparar y estrelló el balón en Carlos Salcido, al 19’.
Después de ese buen arranque el encuentro cayó en un bache y fue hasta el complemento cuando los destellos de buen futbol volvieron a aparecer.
Si el primer tiempo había sido equilibrado, en el segundo las Chivas fue superior.
Bravo volvió a fallar una oportunidad inmejorable, cuando de frente a la portería estrelló su disparo en Josecarlos Van Rankin, al 49’.
Para seguir con el concierto de yerros, Britos desperdició una al 67’, al sacar un disparo flojo que contuvo el portero Antonio Rodríguez.
La expulsión de Ángel Reyna vaticinaba un nuevo empate, pero Arce, quien al 73’ había estremecido el travesaño con un disparo de larga distancia, finalmente abrió el marcador con un tiro libre en el que Alejandro Palacios pudo hacer más.
Un tanto desesperado al ver cómo se les esfumó el empate, David Cabrera se hizo expulsar en la agonía.