Deportes

A todo galope

Associated Press

2014-07-27

Englewood, Colorado.- Habiendo abandonado sus planes para un desfile de bienvenida por el centro de Denver tras su lamentable desempeño en el Super Bowl, los Broncos llevaban más de seis meses sin oír el estruendo de sus seguidores. 
Lo anterior llegó ayer a su fin cuando Peyton Manning salió 10 minutos antes de la práctica que tuvo lugar en el Sports Authority Field y empezó a firmar autógrafos para luego continuar enviando pases de touchdown en dirección a Julius Thomas.
Este año los Broncos cerraron al público su centro de entrenamiento en el Valle Dove durante el campamento de entrenamiento debido a un proyecto de construcción de 35 millones de dólares. Están practicando en relativo aislamiento excepto por tres entrenamientos en su estadio del centro de la ciudad, donde la práctica de ayer atrajo a 21 mil 933 aficionados.
“Facilita las cosas”, dijo el tacle defensivo Kevin Vickerson. “El campamento de entrenamiento sale un poco mejor cuando participan los seguidores. Así que siempre resulta un placer tenerlos echándonos porras”.
Se trató de la primera presentación que los Broncos tienen en el Sports Authority Field desde el 19 de enero, cuando derrotaron 26-16 a Nueva Inglaterra en el partido por el título de la AFC.
Ese día el ex esquinero de los Patriotas Aqib Talib, una de las adquisiciones de los Broncos en la agencia libre esta temporada baja, se lesionó al chocar con Wes Welker.
“Ni siquiera hablamos de eso. Lo que hacemos es jugar futbol”, dijo Talib. “No hablamos de nada que pasó el año pasado”.
Lo anterior hubiera sido un buen consejo para el resto de los Broncos, cuya temporada rompedora de marcas terminó en un desastroso Super Bowl cuando cayeron 43-8 ante Seattle.
Posteriormente, el gerente general John Elway hizo cambios al por mayor en su defensiva, contratando a Talib, T.J. Ward y DeMarcus Ware, quien se ausentó de la segunda mitad de la práctica de ayer por lo que el entrenador John Fox describió como una “contusión menor en la parte baja de la pierna”.
Sólo tres jugadores defensivos que fueron titulares en el Super Bowl –Danny Trevathan, Terrance Knighton y Nate Irving– se encontraban en la alineación cuando los inicialistas de los Broncos se pusieron ayer en guardia.
“Otra vez se me humedecieron un poco los ojos”, dijo el esquinero Rahim Moore, quien tuvo su primera salida al emparrillado céntrico de Denver desde el 17 de noviembre, la noche antes a que fuera sometido a una cirugía de emergencia en la pantorrilla izquierda. “Extrañaba el estadio. Siento como si fuera la primera vez que estoy aquí”.
Lo mismo dijo el presionador de mariscales estrella Von Miller, quien no se había puesto el uniforme aquí desde que en diciembre se destrozó la rodilla derecha.
“Tuve una gran oportunidad de salir al campo y jugar el deporte que amo, y eso es lo más importante para mí”, dijo Miller. “La afición siempre nos da energía, y es grandioso salir frente a los aficionados. Vitorean cada jugada que hace uno, todo lo que hace. Definitivamente eso anima”.
El profundo Quinton Carter, quien pasó los últimos dos años en la reserva de lesionados debido a una rodilla rígida, había esperado más que nadie de la alineación para regresar al emparrillado. Desde el 17 de septiembre del 2012 no había jugado en el estadio.
“Es mucho tiempo, casi dos años”, dijo Carter. “Se siente grandioso regresar al campo con los muchachos y sentir la energía de la afición”.
Fue asimismo la primera oportunidad que los seguidores tuvieron para ver a la generación del Draft de Denver, encabezada por el esquinero Bradley Roby y el receptor abierto Cody Latimer.

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