Associated Press
2014-07-27Oxnard, California— Dez Bryant pronto volteó a ver a un reportero que le preguntó cómo se sentía de ser el jugador más viejo entre los receptores de Dallas.
“¡No soy el más viejo!”, dijo Bryant, de 25 años, alzando la voz antes de mostrar una sonrisa. “En verdad no lo soy. Aún soy uno de los más jóvenes”.
Pero Bryant es uno de los más longevos en el grupo de receptores de los Vaqueros, y por mucho el que más logros ha amasado.
Llegará a la última temporada de su contrato de novato con el potencial de que algún día logre firmar un contrato con un enorme salario. Y sus respuestas respecto al tema suenan más a las de un líder que a las de un preocupado novato que no pagó sus adeudos con una joyería hace cuatro años.
“No hay necesidad para que yo me estrese o me preocupe sobre ello”, dijo Bryant. “En verdad no puedo enfocar mi mente en eso porque tengo compañeros en el equipo que están contando conmigo y no puedo ser egoísta”.
Bryant ha cargado con esa etiqueta en la mente de muchas personas fuera de los vestidores de Dallas desde que se rehusó a portar las hombreras de Roy Williams en su primer campamento de entrenamiento en el 2010. Eso fue alrededor de cuando fue demandado por un joyero y causó sensación vistiendo unos holgados pantalones en un centro comercial de Dallas.
El problema más serio para Bryant fuera del campo de juego fue hace dos años cuando fue acusado de haber golpeado a su mamá en un caso de disturbio doméstico.
“En verdad, siendo honesto, había muchas cosas que no entendía entonces, en verdad me preguntaba a mí mismo qué era lo que estaba pasando”, según dijo Bryant en uno de varios cándidos momentos durante la temporada baja. “Como ya lo dije antes, simplemente tenía que averiguar qué estaba pasando y encontrar el camino correcto y quedarme en ese camino. Honestamente siento que eso es lo que he estado haciendo”.
Ahora Bryant es el que ha declarado que no habrá novatadas para los novatos en el campamento en California. Quizás no le guste que le llamen “viejo”, pero también sabe lo que significó para él la liberación del veterano de ocho años, Miles Austin.
Olvidémonos de lo intangible. Sólo veamos los números.
Los otros 10 receptores en el roster del campamento de Dallas han amasado juntos apenas la mitad de las 4 mil 104 yardas de Bryant. Bryant ha conseguido 34 anotaciones en las últimas tres temporadas –el doble del resto de los receptores. Ha acumulado 40 anotaciones en cuatro años.
“Es por la experiencia, así es, pero aparte de eso, nada ha cambiado”, dijo Bryant. “Todos, en el grupo de receptores abiertos, se miran los unos a los otros como iguales, y es así como yo quiero que sean las cosas, es así como ellos quieren que sea, y así seguiremos haciéndolo”.
Las defensas no lo ven de esa forma, razón por la que el mariscal de campo, Tony Romo, habló con Bryant sobre nuevas maneras para poder mejorar.
“Ya de por sí es muy bueno, pero ahora podrá hondar más y encontrar esos pequeños detalles que sólo él conoce”, según dijo Romo. Se puede intentar ayudarlo desde el punto de vista de un mariscal o un entrenador, pero él sabe que hay algo que puede perfeccionar y mejorar.