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Llega favorito

Associated Press

2014-08-22

Nueva York— En lo que concierne a Roger Federer, hay un par de recomendaciones que se deben seguir: no se ponga límites para el asombro y desestimarlo es todo un pecado capital.

Mientras las lesiones, los malos resultados y las dudas machacan a sus principales rivales, Federer simplemente sigue vigente y frente a quizás su última y mejor oportunidad para conquistar otro título de Grand Slam, el número 18.

Con sus 33 años recién cumplidos y padre de dos parejas de mellizos, el suizo arranca el Abierto de Estados Unidos como favorito a partir de otro plan de acción que se fundamenta en toda su inteligencia, correr menos y ser más ofensivo.

Mucha gente dio por acabado a Federer hace exactamente un año cuando cayó fulminado ante Tommy Robredo en la cuarta ronda del US Open, su derrota más prematura en el último Grand Slam de la temporada.

“Me autodestruí, me gané a mí mismo’’. Esa fue la frase contemplativa que disparó tras ese revés en Flushing Meadows, un resultado que desató toda clase de valoraciones sobre el Federer en su ocaso, un tenista que se había quedado sin respuestas e inclusive sin el deseo de ganar.

Fue un gravísimo error.

Decidido a demostrar que aún puede estar en la vanguardia del deporte, Federer fue al taller para presentar una nueva versión, y en ello influyó la llegada de Stefan Edberg como entrenador.

Reconocido como uno de los mejores tenistas de saque y volea, la marca del sueco Edberg se puede apreciar ahora en la manera sencilla y efectiva con la que Federer busca la volea, un golpe eficaz en su táctica de acortar los puntos.

Sus 49 victorias le tienen al frente de la tabla en el circuito este año. Mientras Rafael Nadal desistió de venir a Nueva York por una lesión en la muñeca derecha, la segunda vez en su carrera que el español no puede defender un título de Grand Slam por problemas físicos, Federer acude a un Grand Slam por 60 ocasión consecutiva.

Las sensaciones de Federer para este US Open son muy distintas al del año pasado, cuando llegó mermado por una dolencia en la espalda y un fallido experimento con una nueva raqueta. Aunque ha perdido cinco finales este año, la conquista en Cincinnati de su título número 22 en torneos de la Serie Masters _su primero desde 2012_ le pone otra vez a la vanguardia.

Tras consagrarse el domingo pasado en Cincinnati, Federer habló del alivio de ir a Flushing Meadows “con gran confianza’’, además de poder descansar en vez de estar entrenando para afinar alguna faceta de su juego. “Puedo disfrutar la experiencia de Nueva York e ir a las canchas de práctica para hacer todo lo opuesto del año pasado. El año pasado me la pasaba tres horas entrenando y en algunos caso después de los partidos. No tengo que hacer eso. Mi tenis está donde tiene que estar. Ahora es cosa de mantener ese nivel’’.

La baja de Nadal dejó a Federer como segunda cabeza de serie, esencialmente despejándole el camino a una final. Sólo en esa instancia podría toparse con el número uno mundial Novak Djokovic.

Luego de vencer a Federer en la final de Wimbledon y casarse con Jelena Ristic con quien espera un hijo, Djokovic ha perdido el foco. Se enfiló al aeropuerto tras la tercera ronda tanto en Toronto como en Cincinnati, los dos torneos más importantes en superficie de cemento previo al US Open.

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