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De regreso a la supremacía

Associated Press

2014-09-16

Atlanta— Los Nationals de Washington brincaron una y otra vez cerca de la segunda base, no haciendo caso de los pocos abucheos de la multitud en Turner Field.
Estaban guardando la verdadera celebración para la sede del equipo.
Los Nationals se hicieron de su segundo título del Este de la Liga Nacional en tres años contra el equipo que los sacó del primer lugar la temporada anterior, derrotando a los Braves de Atlanta 3-0 la noche del martes.
Tanner Roark tuvo una actuación de cinco hits en siete entradas y un cuadrangular de dos carreras de Ian Desmond puso fin a un empate en la sexta, enviando a Washington de regreso a los playoffs con casi dos semanas adicionales.
“Es genial tener asegurado el pase”, comentó el primera base de Washington Adam LaRoche, quien empezó su carrera junto a los Braves. “En cuanto antes mejor”.
En la sede del equipo, los Nationals se mojaron entre sí y prácticamente a cualquier cosa que se moviera, con ríos y ríos de cerveza. La canción “Turn Down For What” de Lil Jon retumbaba en las bocinas. Bryce Harper, quien llevaba gogles y un casco de bombero con el número 34 al frente, posaba para fotografías con sus compañeros.
“Queremos seguir jugando y ganando partidos”, dijo Harper.
La victoria del título fue especialmente dulce al haber sido sobre los Braves, quienes en 2013 terminaron con 10 partidos de ventaja sobre los Nationals. Esta temporada los papeles se invirtieron mientras Washington mostraba un excelente desempeño hacia el final.
Los equipos estuvieron empatados por la ventaja de manera tan reciente como el 20 de julio.
Pero en el resto del camino no hubo una verdadera competencia. Con la victoria, los Nationals ampliaron la delantera al récord de temporada de 12 1/2 partidos.
“Es sólo un paso. Todavía tenemos un largo camino por delante”, comentó el jardinero de los Nationals Jayson Werth. “Pero por ahora vamos a disfrutar el momento”.
Atlanta perdió por 11ª ocasión en 14 partidos, afectando aún más sus esperanzas de pasar por tercera vez al hilo a los playoffs, esta vez como comodines. Los Braves pasaron a 75-76 con su quinta derrota al hilo, tratándose de la primera vez que se encuentran por debajo de .500 desde que perdieran en el primer día.
“Nadie quiere que venga otro equipo a celebrar en su campo”, dijo el manager Fredi González. “Pero me pareció que lo hicieron con profesionalismo. No esperaba menos de ese equipo”.
Los Braves quedaron a 5  partidos detrás de Pittsburgh por el segundo pase comodín de la Liga Nacional con 11 juegos restantes en la temporada regular.
“Todavía tenemos una oportunidad”, insistió González. “Ahora tenemos que poner la mira en una racha de victorias y quizá podremos obtener el segundo comodín”.
Roark (14-10) ponchó a cuatro bateadores y no dio pase por bolas a ninguno. Ningún corredor de Atlanta llegó más allá de segunda base.

Al fin se coronan Orioles

Baltimore— Cuando lo rociaron con champaña, Dan Duquette no podía hacer nada sino reír ante el alboroto que provocó.
Los Orioles aseguraron su primer título del Este de la Liga Americana desde 1997 al derrotar ayer a Toronto por marcador de 8-2, mientras que Duquette se encontraba exactamente en medio de una larga celebración que se efectuó en la sede del club de Baltimore.
“Los muchachos están pasándola muy bien, se lo merecen”, comentó Duquette, vicepresidente de operaciones de beisbol del equipo.
“Tenemos trabajo por hacer y los muchachos lo saben, pero debemos felicitarlos por la corona de la División. Hicieron un gran trabajo”.
Con su novena victoria en 10 partidos, los Orioles aseguraron su segunda aparición en los playoffs en tres años después de una racha de 14 temporadas perdedoras de manera consecutiva.
Después del último out, los Orioles se reunieron detrás de la segunda base.
Los fuegos artificiales iluminaron el campo, mientras que el confeti cayó sobre los ruidosos espectadores que alcanzaron la cifra de 35 mil 279 personas.
La fiesta continuó en el clubhouse, en donde los jugadores usaron gogles y sonreían mientras eran rociados con champaña y cerveza.
“Eso es todo lo que esperaba. Es una increíble experiencia”, comentó el jardinero derecho Nick Markakis, quien experimentó seis de esas temporadas perdedoras.
“Trabajamos duro durante toda la temporada para estar en donde nos encontramos en este momento. Dimos un paso adelante. Ahora tenemos que dar un par de pasos más”.
Éste es el noveno título de Baltimore en el Este de la Liga Americana, aunque es el segundo desde 1983, que fue la última vez que los Orioles ganaron la Serie Mundial.
La franquicia disfrutó de un renacimiento bajo la dirección del manejador Buck Showalter, cuya victoria número 1 mil 254 lo hizo superar a su mentor Billy Martin y situarse en el trigésimo sexto lugar de la lista de carreras.
“Probablemente no hay mejor estratega en este deporte”, dijo el relevo Darren O’Day.
“Él ve las cosas con anticipación. Coloca a los jugadores en una posición en donde tienen la oportunidad de tener éxito. Es una persona muy especial”.
Baltimore tiene un récord de 42-23 en una división que incluye a los Medias Rojas de Boston, campeón defensor de la Serie Mundial, a los Yankees de Nueva York y a Tampa Bay.
Los Orioles aventajaban sólo por cuatro partidos el 6 de agosto antes de conseguir una racha de 27-11.
Somos los campeones del Este de la Liga Americana, comentó Steve Pierce en medio del inundado clubhouse.
Es increíble.
Esta victoria fue conseguida por una improbable lista de jugadores, lo cual no es del todo inusual para un equipo que usualmente ha escudriñado su alineación de 25 jugadores.
Ubaldo Martínez tuvo su primera participación como titular en un mes, Pearce logró transformarse en un abridor crucial, mientras que Jimmy Paredes se unió al equipo hasta el 28 de agosto.

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