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Busca Duke en Sun Bowl terminar sequía de Tazones

Associated Press

2014-12-17

Durham, Carolina del Norte— Durante su reciente ascenso a la relevancia, Duke se ha encargado de un montón de cosas que hace por primera vez en mucho tiempo.
Excepto una: ganar un Tazón.
Los Blue Devils (9-3) han estado angustiosamente cerca de lo anterior al perder en postemporada ante Cincinnati y Texas A&M.
La próxima vez que intenten conseguir ganar su primer Tazón en 54 años será el 27 de diciembre enfrentando al No. 15 Arizona State (9-3) en el Sun Bowl.
“Se dan cuenta de que es el canto del cisne y es lo que ellos recordarán”, dijo ayer el entrenador David Cutcliffe refiriéndose al grupo de cuarto año que ha conformado el núcleo de la recuperación del programa.
“A pesar de lo grandioso que esto ha sido, saben lo que se siente cuando el último partido que juegan es una derrota”, añadió Curcliffe.
En los últimos años, el programa de Duke se ha transformado de eterno perdedor a campeón 2013 de la División Costera de la ACC. Los Blue Devils iban rumbo a repetir antes de que las dos caídas que sufrieron como anfitriones otorgaran el título a Georgia Tech.
Ya han registrado las primeras nueve victorias consecutivas de la institución educativa en la historia de la universidad y han ascendido hasta el No. 19 en los rankings nacionales —siendo la posición más alta que alcanzan en los sondeos desde 1994— antes del bache de dos derrotas que les costó el cetro divisional.
El receptor Jamison Crowder dijo que derrotar a los Sun Devils “para el grupo sería la cereza en el pastel” debido a su importancia para cambiar de rumbo.
La última vez que Duke ganó un tazón fue el Cotton Bowl de 1961, en la victoria 7-6 sobre Arkansas. La actual es apenas desde entonces la quinta ocasión en que los Blue Devils llegan a la postemporada.
Probablemente las dos derrotas más recientes hayan sido las más duras de aceptar.
Duke se disponía a ganar el Belk Bowl 2012 pero perdió el balón en la yarda cinco faltando menos de dos minutos de juego, permitiendo luego que Cincinnati lanzara un pase de 83 yardas para el touchdown de la ventaja cuando quedaban 44 segundos y luego hiciera una intercepción para seis puntos en la derrota 48-34.
Un año más tarde, los Blue Devils salieron vencidos después de haber tenido la victoria contra Texas A&M en sus manos en el Chick-fil-A Bowl cuando el mariscal Anthony Boone fue interceptado en dos ocasiones durante los últimos cuatro minutos —incluyendo la intercepción que los Aggies regresaron para ponerse adelante en su victoria 52-48.
“Se aprende de los errores”, dijo Boone. “Obviamente, no puedo salir al campo pensando, ‘no hagas otra vez ese error’… Nada más salgo con confianza y nada más juego mi juego, juego futbol con inteligencia y trato de no preocuparme por ganar el juego para mis compañeros de equipo”.
Desde luego, perder tazones es mejor que no llegar a ellos, como aprendió de primera mano Duke durante su prolonga racha sin participar en ninguno entre 1999 y el 2011. Los jugadores de cuarto año Crowder y Boone estuvieron para la parte final de aquellas luchas y se enorgullecen en dejar en programa en mejores condiciones que cuando ellos arribaron hace cinco años.
“Tercer tazón seguido, definitivamente emocionante”, dijo Crowder. “Algo que Duke tiene la esperanza de volver norma por aquí… Para mí, se está volviendo algo que es normal y con suerte el programa pueda continuar así”.    

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