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Acapara las miradas

Associated Press

2015-02-26

Tampa, Florida.- Un chico de sexto grado en su primera visita a un campamento de pretemporada se ubicó detrás de una verja afuera del Steinbrenner Field para poder avistar a su pelotero favorito.
Shane Negast, de 11 años y oriundo de West Nyack, Nueva York, viajó a Florida junto a su padre, John, quien aprovecha la suspensión que Alex Rodríguez purgó por toda la temporada pasada como una lección.
El hijo lució una camiseta con el número 13 de A-Rod, parcialmente tapada por una mochila rojiblanca, ataviada con un par de botones recordatorios de los campeonatos de la Serie Mundial que los Yanquis conquistaron en la década de los 90.
También es un ferviente fanático de Derek Jeter, y los Yanquis son el equipo de sus amores. La mera mención del nombre de A-Rod hizo que el chico sonriera. “Hemos hablado de todo lo que ha pasado”, decía el padre ayer. “La gente comete errores, y yo sé Alex es el responsable de su situación. Pero ya cumplió su suspensión. Se disculpó. Quiere seguir adelante. La gente debería darle un respiro”.
Cuando conversan en casa, John le explicó a su hijo –quien ambiciona jugar como segunda base y jardinero, que él también usó sustancias para mejorar el rendimiento cuando era jugador de futbol americano en la escuela secundaria.
“Creo que es una lección valiosa”, dijo. “No tengo problema alguno que use el número 13”.
Los Negasts estuvieron entre los 500 fanáticos que acudieron al primer entrenamiento de los Yanquis con todos sus jugadores, dándole la bienvenida a Rodríguez con aplausos y frases de aliento.
El toletero ingresó al camerino poco después de las 9 de la noche, se puso el uniforme por primera vez en más de un años y se puso a saludar a varios de compañeros. Lo siguiente fue empezar su arduo regreso a la actividad, como él mismo lo reconoce.
Rodríguez, quien no juega desde septiembre de 2013, fildeó rodado en la tercera base y sacudió tres jonrones en 32 swings en la práctica de bateo.
“Esto no es fácil lo que estoy intentando de hacer”, declaró Rodríguez, describiéndose como un novato.
Y si bien el gerente general Brian Cashman asegura que el veterano 39 años “forma parte del equipo”, Rodríguez insistió que acomete esta pretemporada con la consigna de que demostrar que se merece su sitio.
“Estoy feliz de estar aquí otra vez... Ha pasado tanto tiempo sin el uniforme”, dijo Rodríguez. Añadió que precisará de toda la pretemporada para poder determinar su nivel y calibrar lo que puede aportarle a los Yanquis.
“Desearía que fuera tan fácil como conectar una recta de 55 millas (en la práctica de bateo). Todos nos lucimos como estrellas en ese momento. Ya lo veremos ante alguien tirando a 95 millas”.
El manager Joe Girardi pidió paciencia.
“Como he venido diciendo, no es justo sacar conclusiones prematuramente. Cuando ha disputado tan pocos juegos en los últimos dos años, lo que cuesta es engancharse otra vez el ritmo del juego”, comentó el piloto.
Girardi añadió que las decisiones sobre la posición que le tocará a Rodríguez no se tomarán hasta la recta final de los entrenamientos.
Sus compañeros también le dieron aliento.

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