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Desafío 37

Associated Press

2015-03-25

Cleveland—Nada ha afectado a Kentucky hasta ese punto.
Los Wildcats, que están Invictos y sin tacha, han manejado cada desafío en esta temporada.
Han ganado 36 de 36 en su trayecto hacia la inmortalidad.
Aunque les espera una prueba interesante.
Big Blue está a punto de enfrentar algo que no ha visto --- una implacable y asfixiante presión de West Virginia que ha forzado a otros equipos a darse por vencidos.
Los Mountaineers estarán encima de ellos durante 40 minutos. Les apodan “La Presión de Virginia” por una buena razón.
John Calipari, el entrenador de Kentucky, les ha advertido a sus jugadores sobre lo que está por venir. “Es mejor que estén preparados”, dijo.
Los Wildcats, que son el mejor sembrado y tienen un récord de 36-0, están a cuatro victorias de lograr la perfección y convertirse en el primer equipo en quedar invicto desde que lo logró Indiana en 1976, este jueves por la noche como nunca antes tendrán muy bien afinadas sus destrezas en cuanto al manejo del balón y su autocontrol, para enfrentar a los Mountaineers, que son el quinto sembrado y tienen un récord de 25-9, en las semifinales del Midwest Regional.
Notre Dame, que tiene un récord de 31-5 y Wichita State con marca de 30-4 jugarán en el otro partido de los Dulces 16, los ganadores se enfrentarán el sábado para conseguir un lugar en el Final Four.
Kentucky no ha tenido ninguna falla en las victorias fáciles que consiguió sobre Hampton y Cincinnati, aunque ninguno de esos equipos tiene una defensa como la de los Mountaineers, que pueden convertir los partidos en una pelea callejera.
West Virginia, que encabeza el país en robos de balón, forzó la pérdida de la posesión del balón en 40 ocasiones en las victorias que consiguió sobre Búfalo y Maryland en el Torneo de la NCAA.
“Pueden crear un caos, te hacen salirte de la ofensiva, ofrecen oportunidades para hacer tiros difíciles o perder la posesión del balón”, comentó Calipari.
“Están jugando con mucho contacto físico, entran y te hacen saber que vas a jugar cuerpo a cuerpo”.
Así es la manera como le gusta a Bob Huggins.
El entrenador de West Virginia no anda con rodeos y ha creado un monstruo defensivo de cinco cabezas en su equipo de los Mountaineers. Marcan doblemente, acosan, empujan, interrumpen y hacen todo lo posible dentro de las reglas para tratar de apoderarse del balón.
No dejan de hacerlo y cuando uno piensa que está a salvo, allí están de nuevo.
Los Terrapins sufrieron por la presión de los Mountaineers.
De cara a esta temporada, Huggins sabía que tenía que hacer algo con su equipo, que le hacían falta anotadores de calidad.

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