Associated Press
2015-03-30
Tienen tanta apariencia de favoritos que a Las Vegas les gustaron dos veces en la presente semana, una vez en un segundo partido consecutivo y otra como visitantes.
¿Que no se suponía que estos 76ers de Filadelfia estaban perdiendo adrede?
En los últimos días no le ha ido tan mal al equipo que se esperaba ampliamente fuera el mayor perdedor de la NBA –quizá como parte del plan para sacrificar el presente a favor del futuro. O tal vez simplemente los 76ers no son bastante malos.
Quizá estén desplomándose más los Knicks, quienes han sido mejores en eso de ser los peores.
O, como juran los entrenadores, probablemente sólo sea que no se está dando.
“Creo que, más que nada, los entrenadores y los gerentes no van con los jugadores y dicen, ‘hey, vamos a dejarnos ganar. Perdamos en este deporte”’, dijo el coach de las Espuelas Gregg Popovich. “Los jugadores no van a creerse eso. Uno no hace eso. No creo que nadie haga eso. Uno sale a jugar y hace lo mejor que puede por ganar. Así que no creo que tenga un propósito”.
El propósito sería asegurar una buena posición en el Draft para organizar con jugadores jóvenes la ruta elegida por los 76ers (18-56). Pero mientras esperan la lotería para el Draft de mayo, han estado jugando con ganas y mejorando, casi logrando ganar el domingo en Cleveland. Eran favoritos para superar ayer a los Lakers (19-53) y se tienen como favoritos por 3½ puntos para el domingo contra Nueva York (14-60), según el sitio de Internet Pregame.com de RJ Bell.
Nada malo para un equipo que llevaba las de perder por 99 juegos seguidos antes de conseguir el 20 de marzo la victoria 97-81 sobre los Knicks.
Sin embargo, la atención negativa que han tenido los planes de los 76ers ha influido en la postura que el comisionado Adam Silver tiene sobre perder adrede. El año pasado insistió en no haber evidencia de que estuviera ocurriendo, pero ahora dice que hace falta analizar nuevamente y quizá modificar el sistema de la lotería debido a la percepción sobre lo que estaba sucediendo.
Por la manera en que le ha ido al equipo de Popovich después de ganar la lotería y conseguir a Tim Duncan en 1997, resultaría difícil culpar a algún equipo por intentar mejorar sus posibilidades de quedarse con el seleccionado No. 1 de pensar que en el Draft haya un jugador franquicia.
Los Knicks, quienes se acercan al fin de la peor temporada de su historia, dicen que no están haciendo eso.
“No se puede practicar perder”, dijo el entrenador Dereck Fisher, “así que si en algún momento uno quiere perder, no creo que eso le funcione muy bien”.