El Universal
2014-08-19
Distrito Federal— La descomposición que en los últimos años ha observado el mercado laboral en México, a consecuencia de un débil crecimiento económico y baja inversión, ha propiciado que el salario de los trabajadores se encuentre en niveles inferiores a los observados antes de la crisis de 2008, advirtieron economistas.
En México no sólo el salario mínimo ha sufrido un deterioro, también las percepciones que reciben los trabajadores del sector formal, ya que, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el primer semestre de 2014 el salario medio real de sus afiliados se ubicó en 8 mil 450.4 pesos mensuales, en promedio.
La cifra difiere de los 8 mil 529 pesos que se registraron en igual periodo de 2008, con lo que el pago promedio que reciben los trabajadores muestran una baja de 0.92% real acumulada en los últimos seis años.
Ello es resultado de la debilidad de la economía mexicana y del avance de la informalidad en ese periodo, aseguró Clemente Ruiz Durán, economista del Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según cifras del IMSS, en el primer semestre del presente año la masa salarial (que es el número de trabajadores multiplicado por salario medio) se ubicó en 141 mil 756 millones de pesos, lo que representa un incremento de 3.29% anual y resulta la variación más débil para un primer semestre en los últimos cuatro años.
La masa salarial representa actualmente 0.86% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2008 este indicador tenía un peso de 1.01%, lo que confirma que el nivel de ingreso en el sector formal se ha venido deteriorando.
“Hay una descomposición del trabajo en los últimos años, consecuencia de un crecimiento económico moderado, que se encuentra por debajo del potencial; el coeficiente de inversión no ha sido suficiente para generar mayor formación de capital fijo y, por el contrario, la informalidad ha tenido un avance importante, lo que afecta a la masa salarial del sector formal, ya que se generan empleos, pero de bajos salarios”, explicó Ruiz Durán.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revelan una recomposición a la baja de los ingresos de la población ocupada total en el país (que incluye sector informal y formal), previo a la crisis financiera global; de tal forma, que los trabajadores con ingresos mayores a cinco salarios mínimos disminuyeron en 1.7 millones de junio de 2008 a la primera mitad de este año y aquellos con percepciones de tres a cinco salarios mínimos retrocedieron en 421 mil en el mismo periodo.
Por el contrario, las personas empleadas con un salario mínimo subieron 1.3 millones en los últimos seis años y aquellos con ingresos que van de más de uno hasta tres salarios mínimos aumentaron en 3.8 millones de trabajadores de junio de 2008 al mismo mes de este año.
Durán Ruiz agregó que los empleos generados en el país son de bajos ingresos, lo que repercute en el ingreso disponible de las familias.
“Las condiciones del mercado interno son consecuencia de una masa salarial con incrementos débiles; es decir, el ingreso disponible de las familias es apenas el indispensable y, en muchos casos precario”, dijo.
Incluso, comentó que las empresas contratan personal con las condiciones mínimas o bien de informalidad y advirtió que la tendencia al deterioro va a continuar mientras no se tenga un crecimiento económico sostenido de largo plazo.
Siete entidades del país concentran 50.9% de la población que gana hasta un salario mínimo.
Según la ENOE, de los seis millones 567 mil trabajadores que perciben este ingreso, tres millones 345 mil se ubican en los estados de México, Chiapas, Puebla, Veracruz, Distrito Federal, Oaxaca y Michoacán.
De ellos, Estado de México y el Distrito Federal tienen un importante peso en el empleo nacional y una fuerte vocación industrial y de servicios, Puebla y Veracruz se caracterizan por su desarrollo tanto industrial como agropecuario y Chiapas, Oaxaca y Michoacán tienen los mayores rezagos del país.
Los últimos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social muestran que en siete estados se concentra 50% de las 53.3 millones de personas en condiciones de pobreza. Estado de México, Veracruz, Puebla y Chiapas ocupan los primeros sitios.