Berenice Gaytán
El Diario
La venta de pavos “al natural” o ahumados se disparó un 50 por ciento en la última semana ante la cercanía del Día de Acción de Gracias que se celebra este jueves.
Aunque la festividad es una tradición estadounidense, los juarenses la han adoptado ante la cercanía de las culturas.
Marisol Sandoval, encargada de Dely Pavo, la única tienda en Juárez dedicada exclusivamente a la venta de pavos crudos y ahumados y sus derivados, informó que en la última semana vende un 50 por ciento más pavos.
Indicó que sus clientes prefieren cocinar pavo en las festividades de la temporada decembrina como son el Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.
Agregó que recientemente además del pavo completo crudo o ahumado, se han sumado a las preferencias de los juarenses otros derivados del ave.
Mencionó que por ejemplo la carne molida y la pechuga son de lo más vendido durante todo el año.
Refirió que el precio del pavo crudo oscila alrededor de los 70 pesos el kilo, mientras que el ahumado cuesta 80 pesos el kilogramo. Las aves para cocinar pesan aproximadamente cinco o seis kilos, dijo.
Dely Pavo es el distribuidor local de Pavos Parson, una empresa natal de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua que es de las productoras y comercializadoras de pavo más importantes a nivel nacional e internacional.
En otros supermercados locales reportaron un incremento del 20 al 30 por ciento en la venta de pavos crudos o ahumados.
Las tiendas apostaron al jueves al incremento de hasta el 100 por ciento en la venta. “El mero día es cuando las ventas se disparan hasta el doble”, dijo Marisol Sandoval, encargada de Dely Pavo.
De acuerdo a la Unión Nacional de Avicultores para esta temporada están en el mercado mexicano un millón 100 mil unidades nacionales disponibles.
Sin embargo la demanda es de 3 millones. Es decir, que un millón 900 mil pavos son importados, 95 por ciento de los cuales provienen de Estados Unidos y el 5 por ciento de Chile.
“Las importaciones que más preocupan a la industria nacional son las de pavo entero tanto fresco como congelado que representan el 8 por ciento del total importado y son la principal competencia”, dijo a El Universal el presidente de la Sección de Guajolotes de la Unión Nacional de Avicultores, Marco Parson.
Destacó que los consumidores deben de tomar en cuenta que un pavo importado puede tener de dos y hasta cinco años congelado, cuando el nacional sólo seis meses a partir de la fecha de sacrificio y es de mejor calidad.
Parson informó que se estiman ventas de producción nacional para este fin de año de 460 a 500 millones de pesos.
Resaltó que el sector maneja 10 mil empleos, tres mil directos y 7 mil indirectos, de los cuales un 60 por ciento los tiene Parson, 30 por ciento Pavos Viridiana, empresa radicada en Yucatán y empresas pequeñas el 10 por ciento restante. (Berenice Gaytán/El Diario)