Agencia Reforma
2014-12-21
Distrito Federal— México cayó 10 lugares en el Índice Mundial de Talento del Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD por sus siglas en inglés), de la posición 40 en 2013 a la 50 este año, de 60 países analizados.
Este descenso se debe a una reducción en sus niveles de inversión educativa. Esta ha sido la caída más estrepitosa desde 2005, cuando comenzó a elaborarse el índice del organismo con sede en Suiza.
En 2011, México cayó del lugar 54 al 50; en el 2012, pasó a la posición 49, y el año pasado, cuando se aprobaron la mayoría de las 11 reformas estructurales promovidas por el Ejecutivo, subió al lugar 40 de 60 países que se incluyen en este ranking.
A pesar de ello, este año se ubicó en la posición 50 de los mismo países elegidos para la muestra del 2013.
El problema que impide que el país pueda avanzar es que la educación está centralizada en el Gobierno federal a través del “monopolio educativo”, la Secretaría de Educación Pública, argumentó Carlos Maroto, director general del Centro de Estudios Estratégicos para la Competitividad -socio en México del IMD-.
Añadió que aunque la calificación internacional aplaude las reformas, que se decreten no significa que se vayan a tener resultados tangibles en el corto y mediano plazo.
“Las instituciones privadas están demostrando que son más ágiles en mejores formas de transmitir la educación que los sistemas burocratizados.
Ahí es donde veo que las reformas están apuntando”, señaló Maroto. “Pero (hasta ahora) no hemos avanzado un milímetro en su implementación”.
El ranking de este año fue liderado por Suiza, seguido por Dinamarca, Alemania, Finlandia, Malasia, Irlanda, Holanda, Canadá, Suecia y Noruega, en ese orden.
De acuerdo con el IMD, las bases para evaluar y crear este índice son factores de inversión y desarrollo del sector educativo, el gasto público en el mismo, el radio de alumnos a maestros e implementación de programas de entrenamiento de empresas.
Además, también incluye la inclusión de las mujeres en la oferta laboral nacional, así como costo de vida, retención y atracción del talento profesional, “fuga de cerebros”, crecimiento de los empleos, entre otras.