Agencia Reforma
2015-03-29
Distrito Federal— El Banco de México (Banxico) tiene el reto de actuar a tiempo y en medida suficiente para evitar que el aumento en tasas de interés que definirá la Reserva Federal provoque una huida desenfrenada de capitales del país.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de la agencia de estudios económicos Moody’s Analytics, subrayó la importancia de que el Banxico prevenga una salida acelerada, puesto que esto podría exacerbar la percepción de un peso débil y muchos inversionistas liquidarían sus posiciones denominadas en moneda nacional.
“Los 200 mil millones de dólares de las reservas (internacionales) y los 70 mil millones del crédito flexible (del FMI) pueden ser barridos en cuestión de semanas, o sea, el monto que se tiene para defender a México no es importante”, opinó.
“Lo que es importante, es poder desactivar el pánico en el momento en que se den señales de que las reservas internacionales están cayendo a una velocidad que puede espantar a los participantes del mercado, y la mejor manera para hacer eso yo creo que es anticipándose al inicio del ciclo de alzas (de la tasa de interés) en los Estados Unidos”, apuntó Coutiño.
Desde 2009, cuando la Fed bajó a un intervalo de entre 0 y 0.25 por ciento su tasa de interés, los capitales fluyeron hacia países en desarrollo que ofrecían réditos más altos, como México.
Entrevistado por separado, Carlos Capistrán, economista en jefe para México de la correduría BofA Merrill Lynch, pronosticó que la Fed subirá su tasa después de septiembre y que el Banxico estará obligado a hacer lo propio.
Sin embargo, explicó que no habrá una salida fuerte de capitales en el corto plazo, debido a que gran parte de los bonos de deuda gubernamental tienen plazos de vencimiento de hasta 10 años, además de que si se vendieran en este momento incorporarían el costo del alza en el precio del dólar.