Espectaculos

Esposo le 'paga' película a Salma

Omar Cabrera
Agencia Reforma

2014-10-23

Morelia— Por primera vez en su relación, el empresario François Henri-Pinault decidió colaborar como productor en una película de su esposa, la mexicana Salma Hayek.

El francés se sumó al proyecto de animación 'El Profeta', impulsado por la veracruzana y su socio José Tamez, para levantar la cinta que se presentó por primera vez en México la noche del martes en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
"Salma nunca invierte dinero y menos su esposo, es la primera vez que lo hace, y creo que será la única, porque no lo hizo porque Salma sea la estrella. Teníamos una fecha donde si no conseguíamos el dinero ya no se hacía, no faltaba mucho, así que nos apoyó", reveló Tamez en entrevista posterior a la exhibición.
'El Profeta', que cuenta con las voces de la propia Salma, Liam Neeson, Alfred Molina y la niña Quvenzhané Willis, es una adaptación del libro filosófico de Gibran Jalil Gibran.
"Todos esos actores que prestaron su voz a 'El Profeta' lo hicieron por amor, porque el sueldo que les pagamos fue mínimo".
El filme cuenta la historia de una niña que perdió el habla tras la muerte de su papá, pero que recuperará la esperanza al intentar salvar a un profesor encarcelado por un régimen dictatorial.
"Salma y yo sólo hacemos proyectos que por algún motivo queremos ver en pantalla. Y todos se sumaron por amor al proyecto. Los productores Clark Peterson y Ron Senkowski se tardaron siete años en conseguir los derechos del libro, y luego nosotros otros tres en levantar el proyecto", explicó Tamez, quien ha producido con Hayek filmes como 'En el Tiempo de las Mariposas' y 'El Milagro de Maldonado'.
Detalló que al ser un libro de poesía filosófica, el problema era expresarlo en la pantalla, y la única manera era por medio de la animación.
"Podría haber sido algo aburrido y pretencioso, pero buscamos que no fuera aburrido. Lo hemos tenido ante niños y les gusta. No necesitas entender todas las palabras, a veces te captura la voz, el mensaje, una imagen.
"La mejor manera de llevarla al cine era con animación. Pero este tipo de animación no hay en Estados Unidos, están Pixar, Disney y DreamWorks, que hacen producciones de 150 millones de dólares. La nuestra costó 11.4, que es muy poco dinero para una animación", señaló.

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