Espectaculos

Mucho más que un trofeo en juego

EL UNIVERSAL

2015-01-30

Distrito Federal– La expectativa para el Supertazón de este año fue el saber si la NFL podría cobrar al artista que se presente en el medio tiempo un pago fijo o un porcentaje en su gira como se plantearon sus dirigentes a mediados del año pasado.
La razón: en el 2014 más de 115 millones de televidentes vieron el espectáculo tan sólo en Estados Unidos, superando por mucho a otros eventos importantes como el Oscar (43 millones) y los Grammy (28.5 millones).
Aunque Katy Perry, elegida de entre otras personalidades como Rihanna y Coldplay, declaró que no ha pagado ni estaría dispuesta a hacerlo; son varios medios internacionales los que ponen en duda esta versión, pues el evento deportivo se convierte en una gran ventana de exposición por lo que incluso artistas como Bruno Mars -quien estuvo el año pasado amenizando el partido al lado de Red Hot Chili Peppers- expresó no haber cobrado por su participación.
Perry está muy segura de que no hay mejor persona para el show que ella por lo que prepara una exhibición llena de sorpresas, luces neón, colores y hasta acrobacia aérea como lo ha hecho durante su gira Prismatic Tour, pues además estará acompañada por Lenny Kravitz. Apenas se anunció su inclusión habló de cubrir el estadio entero con diamantina comestible, por lo que seguramente tiene listo algo espectacular.
La socialité del momento, Kim Kardashian, también tendrá presencia aunque será por medio de un comercial en donde con un particular sentido del humor se burlará de las ‘selfies’ que tanto ama tomarse junto a la marca T-Mobile.

Mucho dinero en juego
Hay que recordar que en la anterior final uno de los anunciantes del partido estuvo dispuesto a pagar cerca de 4 millones de dólares tan sólo por 30 segundos al aire, lo que demuestra el negocio de dinero que está en juego.
Durante algunos años los organizadores apostaron por los gustos clásicos con figuras como The Who (2010), Bruce Springsteen (2009), The Rolling Stones (2006), Paul McCartney (2005) o Michael Jackson (1993), pero ahora se enfocan en captar la atención del público joven y también a quienes no les interesa el deporte. Fue así que shows protagonizados por Black Eyed Peas (2011) o Beyoncé (2013) lograron cada vez más audiencia.

¿Y los escándalos?
Pero que sea uno de los eventos que paralizan a la nación sede no significa que hayan estado absueltos de escándalos. Quizá el más recordado sea el de 2004 cuando casi al final del miniconcierto ofrecido por Janet Jackson y Justin Timberlake éste arrancó parte del vestuario de la cantante para dejar al descubierto uno de sus pechos, por lo que incluso ella tuvo que disculparse después.
Tres años más tarde, en 2007, Prince fue el encargado de despertar las críticas al amenizar su presentación con un juego de sombras que en una parte mostraron su figura tocando la guitarra, lo que aterrorizó a quienes vieron de esa imagen una erección.
La última de las polémicas se dio cuando Madonna fue elegida en el 2012 para hacerse cargo del medio tiempo y decidió invitar a la rapera M.I.A, quien hizo un gesto obsceno para la cámara de la NBC con una de sus manos.

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