Fernando Aguilar / El Diario
2015-03-01
Antes de volar, el ángel Ícaro entrena meticulosamente durante cuatro horas y desayuna temprano para mantenerse “más o menos liviano” porque cree que sólo así podrá extender sus enormes alas, en las que miles de miradas se clavarán, mientras van y vienen por el aire, sin poder sostenerlo cuando se precipita dolorosamente.
Muchas personas que observan la caída no lo saben, pero para ser capaz de ejecutar los riesgosos actos aéreos de contorsión en el escenario de ‘Varekai’, producción del Cirque du Soleil, Fernando Miro tuvo que ejercitarse incluso en sus días libres y, desde luego, ser paciente para audicionar en tres ocasiones y quedarse con el papel principal.
El bailarín puertorriqueño sabe bien que su entrenamiento tiene que ser excepcional, porque, pese a que conoce los escenarios desde que trabajaba con Luis Fonsi, nunca antes había sido el centro de atención.
“Aquí en ‘Varekai’ yo soy el personaje que tiene que llevar la historia del espectáculo. Es un poco más complicado porque estoy más en tarima y tengo que ir por las emociones por las que va el personaje a través de la historia: que si me enamoro, que si me caigo del cielo. Así que es un poco más elaborado”, dice Miro.
El protagonismo le exige preparación, admite, y también lo hace sentirse presionado, pues el bailarín es consciente de que no solamente ejecuta un acto aéreo, sino que cuenta una historia con éste.
“El vestuario es blanco y siempre captura la luz, así que todo lo que hago en tarima se ve. Hasta el mínimo detalle tienes que hacerlo bien”, sostiene.
Inmediatamente después de caer del firmamento porque sus alas se derritieron, Ícaro conoce a varias criaturas que lo hacen ver que todavía puede encontrarle sentido a su vida, de modo que aprende a caminar, se enamora, y así empieza la parte medular de la historia, porque “el amor es el que lo hace seguir adelante”.
Ícaro es tímido, igual que Miro, por eso el protagonista se siente identificado con su personaje, pero ese rasgo de su personalidad no lo priva de sentirse parte de una familia al interior de los camerinos del Cirque du Soleil.
“Todos vienen de diferentes lados y tienes que actuar con diferentes personalidades todo el tiempo. Todos dejamos a nuestra familia en los países de donde venimos, así que tratamos de formar una aquí. Todos dejan todo atrás y viven con dos maletas porque es un poco más difícil la vida en gira que la vida normal”, reflexiona.
El espectáculo de ‘Varekai’ ya ha sido presentado en varios lugares alrededor del mundo ya que, afirma Miro, no se dirige particularmente a una sola cultura: “Tiene humor y tiene comedia, tiene sus momentos serios y tiene sus momentos impresionantes; es un show muy completo para niños y adultos”.
‘Varekai’, de Cirque Du Soleil en El Paso
• Del 18 al 22 de marzo
• Don Haskins Center
• Los precios de los boletos oscilan entre 35 y 45 dólares, más cargos adicionales