Manuel Quezada Barrón
El Diario
Chihuahua– El arzobispo, Constancio Miranda Weckmann señaló ayer que se percibe un estado de indefensión, donde no hay paz y se vive en zozobra y “no se sabe de dónde agarrarse”, declaró en una entrevista al terminar la misa de cuerpo presente del seminarista Samuel Gustavo Gómez, asesinado el martes pasado en San Ignacio, municipio de Aldama.
Subrayó que muchas familias han llorado porque han sido víctimas de la violencia, eso ya no puede ser posible.
Pidió un mayor control en la proliferación de expendios de vinos y licores, así como de distribuidores de drogas, ya que éstos son más que la cantidad de escuelas que se dispone.
Lo anterior ante la versión de que los responsables de la muerte del seminarista estaban alcoholizados cuando terminaron con su vida. Constancio Miranda pidió a la sociedad tomar conciencia de que todos debemos hacer la tarea para que la violencia disminuya, acabe.
“Tenemos que hacer todos la tarea, poner lo que esté de nuestra parte para que disminuya la violencia, ya estamos como en una indefensión, no hay paz; se vive en una zozobra y no sabemos de dónde agarrarnos”, planteó.