Associated Press
2014-09-30Buenos Aires– El gobierno argentino depositó hoy 161 millones de dólares en las cuentas de un agente fiduciario local para pagar intereses de bonos en el marco de un nuevo esquema de cancelación de la deuda que es objetado por la justicia estadounidense.
Argentina depositó los montos correspondientes a los intereses de los títulos Par emitidos en los canjes de reestructuración de deuda de 2005 y 2010 "sujetos a la legislación del Estado de Nueva York ...y a la legislación de Inglaterra y Gales por el equivalente a 161 millones de dólares'', informó el ministerio de Economía en un comunicado.
El gobierno realizó los depósitos en dos cuentas de Nación Fideicomisos S.A., el nuevo agente de pago que ha reemplazado a The Bank of New York Mellon, donde el juez de Nueva York Thomas Griesa bloqueó a fines de junio el cobro de unos 540 millones de dólares por parte de tenedores de bonos reestructurados, en el marco del conflicto legal que Argentina mantiene con un grupo de bonistas litigantes que le exigen al menos mil 500 millones de dólares en títulos en cese de pagos desde 2001.
Al realizar los depósitos por los bonos Par, "Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden bajo los títulos de deuda, el cual se encuentra indebidamente obstaculizado por el incumplimiento de The Bank of New York Mellon de sus obligaciones como agente fiduciario'', dijo el ministerio de Economía.
Al bloquear el cobro de los vencimientos en esa entidad financiera, el juez Griesa alegó que los fondos inversores que ganaron un juicio histórico contra Argentina deben cobrar antes y al contado los mil 500 millones de dólares.
La imposibilidad de los bonistas reestructurados de cobrar hizo que calificadoras de riesgo internacionales declarasen a la nación sudamericana en default el 30 de julio.
El cambio del agente de pago ha sido objetado por Griesa , que en la víspera declaró el país en desacato por intentar eludir su fallo que favorece a los bonistas litigantes, y obedece a una ley aprobada recientemente en el país sudamericano que además autorizó la emisión de nuevos títulos bajo jurisdicción argentina y francesa.
La norma fue sancionada gracias al peso del oficialismo y resistida por la mayoría de los opositores por considerar que tendrá dificultades para aplicarse de forma efectiva y dependerá de la actitud de los bonistas, que tendrían que aceptar el cambio del lugar de pago.