Agencias
2015-01-30
Ucrania— Por lo menos 12 civiles murieron ayer por fuego de artillería en la ciudad ucraniana Donetsk, informó la alcaldía de la ciudad en poder de los separatistas pro rusos, mientras se intensificaba la lucha que estos libran contra el gobierno ucraniano.
Cinco personas murieron mientras aguardaban asistencia frente a un centro comunitario y otras dos cayeron en el mismo vecindario abatidas por un impacto de mortero cerca de una parada de autobús.
Cuando un periodista de The Associated Press llegó al centro comunitario, los cadáveres ya habían sido retirados. En el lugar se veían árboles derribados presuntamente por un proyectil.
Otras cinco personas murieron ayer por fuego esporádico de artillería en el oeste de Donetsk.
La lucha entre los rebeldes y las fuerzas del gobierno se reanudó este mes después de un periodo de tranquilidad relativa. Las hostilidades parecen centrarse ahora en torno de Debaltseve, un centro ferroviario que podría establecer un vínculo crucial entre los rebeldes en Donetsk y en Luhansk al norte.
Aunque siguen los combates en el este de Ucrania, todavía se mantienen las esperanzas de revivir un proceso de paz que se ha visto alterado constantemente.
Dos representantes rebeldes viajaron a Minsk el viernes para participar en conversaciones de paz, pero regresaron al este de Ucrania unas horas después cuando el representante del gobierno ucraniano no se presentó.
Denis Pushilin, representante de los rebeldes en Donetsk, insistió en que la ofensiva rebelde se propone proteger a los civiles del fuego de artillería del gobierno y dijo que seguirían a menos que Kiev deje de cañonearlos.
“La situación ha empeorado y nos obliga a pasar a la ofensiva”, dijo Pushilin a la prensa en Minsk. “Es inevitable que haya nuevas víctimas, me temo”.
Pushilin dijo que estarán preparados para reanudar el cese de fuego que fue convenido en septiembre y retirar las armas pesadas, siempre que la línea de demarcación tenga en cuenta el reciente avance rebelde.
Bomba mata a 56 en mezquita
en Pakistán
Por lo menos 56 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando estalló una bomba el viernes en una mezquita chií en el sur de Pakistán mientras los feligreses se congregaban para un servicio religioso, dijeron funcionarios.
Fue el ataque sectario más mortífero en Pakistán en varios meses y se produce en momentos en que el país trata de contener un incremento del extremismo armado tras un ataque que mató a 150 personas en una escuela, en su mayoría niños, en Peshawar en diciembre.
El grupo extremista suní Jundalá se atribuyó el ataque del viernes en la ciudad de Shikarpur, en la provincia de Sindh, a unos 500 kilómetros (310 millas) al norte de Karachi.
Esa área de Pakistán había escapado mayormente de los intensos ataques y otros actos de violencia ocurridos en los últimos años en las áreas tribales en el norte junto a la frontera con Afganistán y en la ciudad portuaria de Karachi, lo que indica que la amenaza terrorista podría extenderse a otros territorios en el país.
Hadi Bakhsh Zardari, subcomisionado del distrito de Shiarpur, dijo que hubo 56 muertos y 31 hospitalizados. El Dr. Shaukat Ali Memon, director del hospital de Shikarpur, pidió donaciones de sangre por la televisión estatal.
La televisión paquistaní mostró a residentes y feligreses transportado heridos al hospital y retirando cadáveres. La prensa local informó que partes del techo se desplomaron sobre los feligreses y que había algunos atrapados entre los escombros.
En medio del caos posterior a la explosión, las víctimas fueron conducidas al hospital en motocicletas y bicitaxis, según el funcionario del hospital Imtiaz Hussain.
Doble atentado en Bagdad deja al menos 18 fallecidos
Un doble atentado atribuido a grupos extremistas islámicos en un mercado muy concurrido en Bagdad dejó al menos 18 personas muertas y 44 heridas, reportaron hoy funcionarios policiales.
Las autoridades dijeron que el ataque de este viernes por la mañana comenzó con una bomba que estalló cerca de un puesto ambulante de ropa usada en el centro de la zona de Bab al-Sharqi de la ciudad.
La segunda explosión ocurrió dos minutos más tarde al parecer dirigido aquellas personas que apresuraron para ayudar a las víctimas de la primera, lo que marca la espiral de violencia que atraviesa esta nación árabe en las últimas semanas.
La zona se encuentra a la orilla del río Tigris, enfrente de la Zona Verde donde está el centro diplomático de la capital iraquí.