Internacional

Copiloto alemán dijo que quería ser recordado: ex novia

M. Eddy/N. Kulish/N. Clark/J. Ewing
New York Times News Service

2015-03-28

Düsseldorf— Una ex novia de Andreas Lubitz, el copiloto sospechoso de haber estrellado un avión de Germanwings en los Alpes, lo describió como inestable y dijo que un día él le comentó que “haría algo que cambiara todo el sistema y todos sabrán su nombre y lo recordarán”.
Si Lubitz “ha hecho esto”, “es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente imposible”, añade en la entrevista con el diario alemán Bild.
Germanwings, la compañía alemana propietaria del Airbus 320 que se estrelló, es una filial de bajo costo de Lufthansa.
Lubitz buscó tratamiento para problemas en la visión que pudieron haber puesto en riesgo su capacidad de seguir trabajando como piloto, dijeron dos funcionarios con conocimiento de la investigación.
La revelación de un posible problema con sus ojos agregó un nuevo elemento al retrato del hombre de 27 años, quien según las autoridades también estaba siendo atendido por problemas sicológicos y había ocultado aspectos de su condición médica a su patrón.
La Policía encontró antidepresivos durante una inspección a su departamento, dijo ayer un funcionario.
No está claro qué tan severos eran sus problemas oculares o cómo pudieron haber estado relacionados con su condición sicológica. Una persona familiarizada con la investigación dijo que las autoridades no han descartado que el problema en la visión haya sido sicosomático.
Düsseldorf— Investigadores en Alemania y Francia, reguladores de aerolíneas, líderes políticos y las familias de las víctimas buscan respuestas sobre lo que motivó a Lubitz a hacer lo que hizo.
La información disponible hasta a hora sigue siendo vaga y aún no está claro si su aparente decisión para estrellar el avión fue impulsada por un acontecimiento particular en su vida.
Investigadores y periodistas siguen buscando pistas de cada periodo y ángulo de su vida, incluida su relación con una novia a largo plazo y un reporte en un periódico alemán en el que otra mujer con quien tuvo una relación lo describió como inestable.
Amigos y conocidos han dicho en repetidas ocasiones lo importante que era volar para Lubitz, quien comenzó piloteando planeadores en un club de vuelo cerca de su ciudad a la edad de 14 años.
Aparentemente, Lubitz no dijo a la aerolínea sobre sus problemas de la vista. La Agencia Europea de Seguridad en la Aviación tiene estándares de visión y los pilotos son examinados como parte de un examen médico anual, dijo un vocero de la agencia.
El Hospital Universitario de Düsseldorf dijo en un comunicado que Lubitz había sido evaluado en su clínica en febrero y el 10 de marzo. Consultado ayer por teléfono, un vocero no quiso decir si buscó tratamiento para problemas de la vista, citando leyes de privacidad de los pacientes. El hospital tiene una óptica. El viernes el hospital negó especulaciones de que Lubitz buscó un tratamiento para la depresión ahí.
La ex novia explica que la relación con Lubitz acabó “porque cada vez era más evidente que tenía un problema. Durante las discusiones se irritaba y me gritaba (...) Por la noche, se despertaba y gritaba ‘¡nos caemos!’”.
“Siempre hablamos mucho de trabajo, y ahí se transformaba, se enfadaba por las condiciones de trabajo. Poco dinero, miedo por el contrato (de trabajo), demasiada presión”, asegura.
“Era capaz de esconder a los demás lo que realmente le ocurría”, dice la mujer, que asegura que “no hablaba mucho de su enfermedad, sólo que tenía un tratamiento psiquiátrico a causa de ello”.
El comandante del avión de Germanwings gritó a su copiloto que abriera “la maldita puerta” de la cabina, al tiempo que los pasajeros gritaban también minutos antes de la catástrofe, según la grabación del vuelo transcrita por el diario alemán Bild am Sonntag.
La grabación de la caja negra encontrada en el lugar de la tragedia, en el sureste de Francia, de la que ya habló el jueves el fiscal de la República de Marsella, puso de relieve que el copiloto cerró la puerta de la cabina tras la salida momentánea del comandante, antes de estrellar el avión.
Según la edición dominical del tabloide alemán Bild, que dice haber escuchado la grabación, durante los 20 primeros minutos del vuelo, el comandante Patrick S. y su copiloto Andreas Lubitz hacen comentarios.
Explica por ejemplo a su copiloto que no ha tenido tiempo de ir al baño antes de despegar en Barcelona. (M. Eddy/N. Kulish/N. Clark/J. Ewing/New York Times News Service/Con información de AFP)

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