Cinthya Ávila
El Diario
Encargados de diferentes establecimientos asentados en torno a las obras del PMU en la Ejército Nacional señalaron que a la caída en ventas que la obra ya había provocado se sumó que las pasadas lluvias inundaron los accesos que ellos mismos habían improvisado.
“Estamos fritos. Primero era la obra, pero ahora la lluvia ya nos inundó las entradas. Cada vez se pone más crítico”, alertó Ana Martínez, empleada de un negocio de carnicería.
Alejandro González, encargado de una desponchadora, señaló que en el caso de este negocio ni siquiera la entrada trasera que adecuaron por camino Viejo a San José fue de utilidad.
“La verdad la estamos viendo muy dura. Antes éramos seis trabajando por día y ahorita nomas tengo tres”, refirió.
Explicó que los otros tres empleados lo descansa diferentes días, pero en caso de que la situación no mejore se verá en la necesidad de despedirlos.
“Los estoy descansando porque no hay trabajo. Con los tres que me quedo batallo para pagarles lo que les toca”, indicó.
Un negocio de café ubicado en una plaza de la zona tuvo que reducir su horario de apertura, debido a la escasa clientela, según relató Guillermina Ochoa, empleada de este establecimiento.
Otros encargados de negocios dijeron que hasta el momento no tienen definida la fecha de conclusión de las obras, pero indicaron que conforme pasan las semanas sostener el negocio se vuelve más complicado.