El Diario
2015-02-26
A casi un año de que una niña ecuatoriana de 12 años se suicidara en las instalaciones de la Casa-Hogar “La Esperanza”, la ciudad no cuenta con protocolos establecidos y que integren a un equipo interdisciplinario para atender a los menores migrantes en tránsito, señalaron representantes de organizaciones civiles.
“El suicidio de Noemi Álvarez y sus circunstancias no han quedado claras a pesar de que las autoridades señalaron que todo se dio conforme a derecho”, aseguró José Luis Flores, secretario ejecutivo de la Red por la Infancia en Juárez.
Aún continúa la duda sobre el protocolo que se siguió para atender a Noemi Alvarez ya que de acuerdo a las notas periodísticas y al dicho de las autoridades responsables de la niña, ésta fue interrogada por un agente del Ministerio Público Federal sin que estuviera ni su tutor, ni su representante legal, expresó.
Rocío Meléndez, abogada del Programa de Defensa e Incidencia Binacional, dijo que aún y cuando no haya protocolos establecidos en la ciudad, las niñas y niños que son resguardados tienen derechos constitucionales como el de declarar únicamente en presencia de un representante legal.
Por su parte Marisela Vega, directora del DIF local, dijo que en lo que va de la presente administración municipal, se han resguardado en los dos albergues que están a cargo de esta institución 2 niños de Guatemala, 2 de Honduras, 2 de Oaxaca, 1 Chiapas, 1 de Sinaloa, 1 de Veracruz y 1 de Chihuahua.
“Nosotros contamos con dos albergues para atender a niñas y niños, ahí también recibimos a los menores migrantes que nos canaliza la Suprocuraduría de Asistencia Jurídica y Social”, dijo.
Aseguró que en el albergue Granja-Hogar y México Mi Hogar, se cuenta con personal capacitado para atender a los niños migrantes que se les canalizan.
La funcionaria insistió en que los dos albergues que dependen del DIF cuentan con personal capacitado para atender a estos menores migrantes que por la situación en que llegan requieren de acompañamiento permanente y contención ya que viven una situación especial por ser niñas y niños que viajan solos y expuestos a peligros. (Josefina Martínez)