Martha Elba Figueroa
El Diario
Distrito Federal— La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) identificó tratos crueles, inhumanos y degradantes, relacionados con actos de tortura, en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai) Número 3 de Ciudad Juárez.
De acuerdo con un informe especial del organismo descentralizado, los recluidos denunciaron ser esposados a las rejas de sus estancias, rociados con gas pimienta y que personal de seguridad les echan agua cuando son sancionados.
Lo anterior se hizo del conocimiento del personal de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihua-hua, que aseguró que la directora del centro afirmó que son esposados.
Aunado a ello, los adolescentes manifestaron haber sido obligados a permanecer en posturas forzadas, vendados de los ojos, sometidos a maltrato físico, insultos, amenazas, alojados sin ropa en una celda o privados de agua y comida.
Otras fallas que reveló el informe son falta de áreas para el acceso a servicios, así como condiciones de desigualdad de áreas y personal asignados a hombres y mujeres, pues la sección femenil carece de locutorios, cocina, comedores, área médica, talleres, aulas, biblioteca y visita familiar, mientras que el personal técnico brinda atención al área varonil y femenil.
Aunado a ello, la CNDH denunció deficiencias en la alimentación, así como sobrepoblación y hacinamiento, pues los adolescentes denunciaron que la comida es insuficiente y de mala calidad.
Por otra parte, en el centro para adolescentes “no existe separación por situación jurídica ni criterios de clasificación. Además de que en el área femenil se aloja a un adolescente con preferencias sexuales diferentes”, reportó el organismo en el informe enviado al Senado de la República ayer.
Los servidores públicos de la CNDH, quienes entre febrero y marzo de 2014 visitaron 56 centros para adolescentes en todos los estados del país y el Distrito Federal, también identificaron irregularidades en la imposición de sanciones disciplinarias.
En este sentido los internos aseguraron que “durante el cumplimiento de la sanción se suspende la visita familiar, comunicación telefónica y actividades relacionadas al programa personalizado de ejecución. Además, no se brinda atención de las áreas técnicas”.
Los adolescentes entrevistados también mencionaron que no se les informó el tiempo que estarían segregados.
Otras de las fallas incluyen una inadecuada difusión de reglamentos, pues los derechos y obligaciones de los internos establecidos en el reglamento, se hacen de su conocimiento de forma verbal, además de que se carecen de manuales de procedimientos.
En cuanto a la atención médica, la CNDH reportó que el personal es insuficiente y no ha recibido capacitación sobre la elaboración de los certificados de integridad física de acuerdo con el Protocolo de Estambul.
Además de que los médicos no supervisan la elaboración de los alimentos ni las condiciones de higiene de las instalaciones ni cuentan con registro de consultas; tampoco existe una atención especializada para mujeres y se carece de área de observación.
Los responsables de la seguridad manifestaron que el personal es insuficiente, además de que falta de capacitación sobre derechos humanos y prevención de la tortura.
La CNDH realizó un pliego de 20 propuestas entre las que se incluyó un llamado a los gobernadores y al jefe de Gobierno del DF a girar instrucciones precisas a las autoridades encargadas de los centros para menores de edad que infringen la ley penal, para evitar toda clase de abusos y maltrato físico y psicológico.
Así como para que la fuerza y los instrumentos de coerción, únicamente sean utilizados en casos excepcionales, siempre y cuando se hayan agotado los medios pacíficos de control y de acuerdo con la forma expresamente autorizada por un ordenamiento legal.
“Particularmente se debe erradicar cualquier acto relacionado con golpes, insultos, amenazas, permanencia en posturas forzadas. El uso de esposas por lapsos prolongados; utilización de gas pimienta, vendas en los ojos, el despojo de la ropa y encierro en celdas insalubres sin servicios sanitarios ni ventilación”, se aseguró.
Otras irregularidades
• Maltrato físico
• Insultos
• Amenazas
• Comida insuficiente y de mala calidad
• Sobrepoblación y hacinamiento
• Desigualdad
• Insuficiente personal para atención médica
Fuente: Informe especial sobre los centros de tratamiento interno para adolescentes que infringen las leyes penales que dependen de los gobiernos estatales y del Distrito Federal en la República Mexicana
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