Francisco Chávez
El Diario
En seis años que tiene de fundada la primaria federal “Laurencio Gallegos Jiménez” lleva ya 10 robos, los cuales ocurren principalmente en periodo vacacional y mantienen la escuela prácticamente desmantelada y sin energía eléctrica.
El plantel está ubicado en el fraccionamiento Jardines de Roma y carece de cableado porque cada vez que lo reponen se lo vuelven a robar, incluso, las lámparas ni siquiera se estrenaron ya que los ladrones se las llevaron desde que fueron instaladas, denunció la directora Nancy Moctezuma Gallegos.
La caja de energía eléctrica se encuentra a la intemperie, carece de una tapa que cubra los cables y se ubica frente a los bebederos donde unos 240 alumnos toman a diario agua.
Ahora que ya salieron de vacaciones, docentes y padres de familia temen que vuelvan a atracar la escuela.
La directora agregó que los maestros han tenido que improvisar estrategias para poder impartir sus clases. Para ello, se turnan para conectar una extensión directamente a la caja del registro de luz y así poder encender su computadora personal o las bocinas.
“Estamos peor que en un rancho”, reclamó la maestra.
La directiva refirió que el desmantelamiento de la escuela ha sido reportado en varias ocasiones a la Subsecretaría de Educación Zona Norte, pero la única respuesta que reciben es que no hay dinero.
“Desafortunadamente no hemos contado con el servicio de luz desde que iniciamos en el 2009. Hay temor de volverlas a instalar y de que se las vuelvan a robar”, dijo.
Moctezuma Gallegos detalló que entre el material hurtado se encuentran ventanas, chapas de las puertas, cableado eléctrico, focos, instalaciones de agua y hasta cuadernos, cartulinas, papel sanitario y jabón.
“Año con año hemos batallado mucho con todos estos robos, una vez nos dejaron rayados los pizarrones, ya hasta decimos ‘pues qué se pueden robar’ porque nos dejan sin nada”, dijo.
Alejandra Guzmán Pérez, una madre de familia de esa primaria, externó su preocupación de que el deterioro crónico del plantel incremente durante el periodo vacacional que inicia el próximo lunes 30 de marzo.
“Para nosotros prender la luz en el salón es abrir las cortinas”, dijo.
La primaria federal “Laurencio Gallegos Jiménez” se encuentra situada en el extremo suroriente de la ciudad, en un terreno despoblado ubicado en el cruce de las calles Puerta del Sol y Villa Garibaldi, a unos cinco kilómetros al norte de Ciudad Universitaria.
A decir de los padres de familia, la vigilancia es nula debido a lo lejos que se encuentra de la mancha urbana.
“Somos lo último, somos la última escuela que hay. No hay vigilancia y de vez en cuando pasan las patrullas”, dijo la madre de familia.
La Subsecretaría de Educación, Cultura y Deporte Zona Norte tiene detectados cuando menos 10 zonas críticas donde se concentra el robo de escuelas.
Datos oficiales revelan que el saqueo en los planteles afecta principalmente al suroriente de la ciudad, que es donde se ha registrado el crecimiento de la población.
Liliana Sosa, otra madre de familia de la primaria, refirió que el descaro de los delincuentes llegó al grado de robarse los botes de la basura de la escuela y dentro de ellos vaciar el material hurtado de los salones de clases.
“No tenemos cableado porque se lo roban y cuando lo ponen se lo vuelven a robar, por eso ya optaron por no ponerlo… siempre ha sido así”, dijo.
Refirió que el colmo de los padres de familia se hizo presente cuando los ladrones se robaron el papel de baño, marcadores, cartulinas y demás útiles escolares.
Alejandra Guzmán Pérez mencionó que el funcionamiento de la escuela se mantiene gracias al apoyo de padres de familia y maestros que llevan sus aparatos personales para que los alumnos continúen con sus estudios.
“Aquí en tiempo de calor no hay aires, tienen que abrir las ventanas. Los padres son los que muchas veces traen un abanico de su misma casa”, dijo.
La directora de la primaria manifestó que las carencias del plantel han afectado en los procesos de enseñanza hacía los alumnos.
“Si nos afecta porque tenemos libros en los que hay que hacer uso de las tecnologías, los maestros traen su computadora pero sólo hasta donde les alcance la batería”, dijo.
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