Opinion

Video explicación

Sergio Sarmiento
Analista y periodista

2014-11-19

Distrito Federal— Hay un dejo de machismo en algunas de las reacciones al video en el que Angélica Rivera explicó este 18 de noviembre su adquisición de unos predios en Las Lomas de la ciudad de México. Para algunos es simplemente imposible creer que una mujer, por muy exitosa que haya sido como actriz, haya acumulado recursos suficientes para adquirir estas propiedades. El dinero tiene que ser del marido y en particular producto de la corrupción.
En el video, la señora Rivera afirma que en 2010 ganó 131 millones de pesos, en buena medida por el finiquito de su contrato con Televisa. En parte el monto se cubrió con una casa que ya habitaba. Por el ingreso pagó un impuesto sobre la renta de 39 millones de pesos. Sería un 29.7 por ciento.
¿Es mucho el pago que le hizo Televisa? No lo sé. Lo que sí sé es que durante años esta mujer fue una de las actrices más famosas y exitosas de la televisión mexicana. Sus telenovelas alcanzaban cifras de público superiores a los 30 millones de personas cada noche y se vendían además a otros países, donde alcanzaban también altos índices de público.
La pregunta de fondo, sin embargo, no es si la señora Rivera tenía recursos suficientes para adquirir las propiedades que están ya a su nombre o las que estaba en proceso de adquirir, sino si hubo algún vínculo entre las propiedades que son todavía propiedad del Grupo Higa y la licitación para la construcción del tren Querétaro-México.
Esa licitación se hizo de tal manera que solamente un grupo presentó propuesta. Los demás interesados se retiraron porque afirmaron que no se había dado tiempo suficiente para armar un proyecto serio. El consorcio que quedó estaba encabezado por China Railway Construction, pero en él participaba Grupo Higa. Si bien la licitación se consideró legal, y no se han registrado que yo sepa inconformidades formales de quienes se retiraron, el propio presidente Peña Nieto tomó la decisión de cancelar la licitación, aunque esto obligará al gobierno a pagar una indemnización al consorcio ganador.
Mi mayor duda en la videoexplicación es la parte en la que la señora Rivera afirma que, para evitar suspicacias, va a traspasar las propiedades cuestionadas. Pero si realmente no hay nada que ocultar, no entiendo por qué haya que traspasar o vender ningún activo. Este gesto, en lugar de ayudar a obtener una imagen de transparencia, termina perjudicándolos a ella y a su marido.
El video subido a YouTube no tiene apariencia profesional. La señora no lee de un teleprompter sino de unas hojas sueltas de papel. La explicación que ofrece es razonable. Pero la experiencia me dice que ninguna explicación es suficiente en estos casos. Las imágenes de la Casa Blanca son demasiado poderosas para ser rebatidas con argumentos, especialmente en un momento en que la popularidad del presidente Peña Nieto está de capa caída.
El presidente está enfrentando un momento complejo. La desaparición de los 43 de Ayotzinapa ha impulsado un movimiento que busca forzarlo a renunciar. Las movilizaciones se han vuelto cada vez más intensas y violentas. Hoy, 20 de noviembre, el gobierno se ha visto obligado a cancelar un desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana para evitar conflictos con los grupos inconformes que han convocado a movilizaciones.
La casa de las Lomas y la posible vinculación con la licitación del tren a Querétaro han complicado el momento político para el presidente. Su esposa ha salido al quite para dar explicaciones. Ha sido valiente. Pero eso no hará que desaparezcan las presiones. Quienes quieren derrocar al presidente no se preocupan demasiado por los detalles de la compra de la Casa Blanca o por lo ocurrido en Iguala. Su objetivo es derrocar al presidente. Cualquier cosa vale para ello.

Impuestos y contracciones
Al igual que el gobierno mexicano de Peña Nieto, el japonés de Shinzo Abe descubrió que subir impuestos produce recesiones. La nueva contracción japonesa ha llevado al primer ministro a convocar a una nueva elección.

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