Opinion

Herramienta de recuperación

José Ignacio Gallardo
Analista político

2014-11-25

El problema de la violencia en esta frontera no necesariamente se resuelve con la cantidad enorme de recursos que se aplican a programas relacionados con aspectos de seguridad. Existen también otras alternativas para lograr abatir el grave problema que representan los altos niveles de delincuencia e inseguridad que registra Ciudad Juárez.
Y es la práctica del deporte la que sin duda puede convertirse en una eficaz herramienta para combatir a las pandillas pero sobre todo a la violencia que generan. Y en este contexto resultó grata y provechosa la visita del colombiano Francisco Gutiérrez, quien recientemente acudió a esta frontera para sostener pláticas con diferentes grupos e impartir varias ponencias para tratar de sensibilizar a los titulares de las diferentes esferas de gobierno, empresarios, así como a los ciudadanos de la urgente necesidad de que se establezcan políticas publicas para profundizar en los aspectos deportivos y realizar mayores inversiones en este rubro.
La experiencia exitosa y la trasformación de la ciudad de Medellín a través de programas deportivos que impactaron socialmente fue relatada por el colombiano en los diferentes foros donde se presentó. El doctor Gutiérrez compartió la experiencia de su ciudad natal, donde se pusieron en marcha proyectos para impulsar la actividad deportiva poniendo especial énfasis en la población infantil y juvenil de aquella ciudad. Los resultados en el mediano plazo fueron bastante significativos y ahora la intención es repetir en Ciudad Juárez algunos aspectos de esta estrategia.
A quienes asistieron a las diferentes conferencias que ofreció Francisco Pacho Gutiérrez les quedaron claros los amplios beneficios que resultan de apoyar la práctica deportiva entre los niños y jóvenes.
Desafortunadamente, la falta de inversión gubernamental y privada en el sector deportivo sigue siendo una tendencia que daña el aspecto social de esta frontera. Parece que el deporte no es una prioridad para ninguna instancia de gobierno en esta urbe. Y esto no se puede negar, ya que a la hora de destinar los presupuestos, frecuentemente el deporte es de lo que menos recursos recibe. Paradójicamente, hay otras áreas del gasto público a las que se les destinan grandes cantidades de recursos, por ejemplo los altos sueldos de los magistrados de esta entidad, tanto de los que se jubilan como de los que entran. Estas cantidades no son proporcionales a los recursos que se aplican al deporte fronterizo. Según se informó, serán más de 5 millones de pesos los que se destinen a este rubro mensualmente.
Y qué decir de los aguinaldos que recibirán todos los funcionarios de gobierno y los legisladores. Serían muchos los gimnasios y los estadios los que se podrían construir con todos esos recursos. De que hay dinero, hay, pero se destina a otras áreas. Por lo visto, no existen políticas deportivas a pesar de que esta ciudad ha sido semillero de grandes atletas en diferentes disciplinas. Juárez ha sido por tradición cuna de grandes deportistas en el básquetbol, en futbol y boxeo. Se han desarrollado grandes velocistas, raquetbolistas, beisbolistas y una exitosa generación de jóvenes clavadistas que se está formando.
Pero hace mucha falta un equipo de primera división en cualquier disciplina para que los fronterizos se sientan orgullosos y crear así una identidad ciudadana y aumentar el sentido de pertenencia que en estos momentos se requiere tanto entre los juarenses. Por otro lado, el panorama no es favorable en esta ciudad ya que las condiciones en las que se encuentran 850 planteles de los 1,059 que hay en el nivel básico, impiden que se desarrolle la práctica deportiva adecuadamente. Grande será el reto para las nuevas autoridades de la secretaria de Educación, Cultura y Deporte del estado. Es difícil pensar en una generación de deportistas cuando ni siquiera se tiene agua potable o calefacción. Así, ya ni pensar en canchas, balones o uniformes deportivos.
De nada servirá toda la inversión aplicada en la adquisición de más patrullas, uniformes y armamento si primero no se invierten recursos en solucionar el origen de la problemática. Y el deporte podría ayudar para que los jóvenes no caigan en las garras del hampa y las adicciones. Bien dice el doctor Gutiérrez, si no se le invierte al deporte difícilmente se pueden ver cambios significativos. Ojalá que la visita de este colombiano y sus reuniones con la sociedad fronteriza traigan proyectos para elevar la práctica del deporte entre los niños y jóvenes juarenses. No hay pretextos para no rescatar el tejido social, hay que utilizar el deporte como herramienta de recuperación.

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