Opinion

Alcalde jalador

Sergio Sarmiento
Analista político y periodista

2015-03-04

Distrito Federal— Si algún político ha realizado acciones políticamente incorrectas es el presidente municipal de San Blas. Mire usted que decir que robó pero sólo poquito la primera vez que fue alcalde. Y haber hecho una fiesta de cumpleaños que costó millones de pesos, al parecer financiada por amigos y patrocinadores, en la que el entretenimiento lo dio la banda El Recodo. Pero además está la puntada de levantarle el vestido a una chica con la que bailaba, no una sino dos veces.
¿Qué castigo le impusieron los electores por sus excesos a Hilario Ramírez, el Layín? Lo reeligieron como presidente del municipio de San Blas. Si la primera vez llegó a ese cargo postulado por el Partido Acción Nacional (PAN), la segunda lo logró como independiente, lo cual no debe caer muy bien a aquellos que dicen que para limpiar la política basta con eliminar los partidos y tener candidatos independientes.
Pero cuidado porque las críticas a Layín después de su fiesta de cumpleaños de este 28 de febrero pueden llevarlo todavía más lejos. Este 4 de marzo el portal nayaritenlínea.mx dio a conocer una encuesta estatal de la firma Comunicación Óptima que “contra cualquier pronóstico –según el columnista Luis Alberto Alcaraz– establece que al día de hoy el gran favorito para ser gobernador de Nayarit no es del PRI, ni del PAN, ni del PRD. El rey de las encuestas se llama Hilario Ramírez Villanueva, el famoso Layín…”
Las buenas conciencias están indignadas. La diputada perredista Martha Lucía Micher, presidenta de la Comisión de Igualdad y Género de la Cámara de Diputados, dice que se debe castigar al alcalde de San Blas por “abuso sexual” al “faltar el respeto” a Rosita. Cuando le digo que la propia chica no sólo no se mostró molesta sino que, tras acomodarse el vestido dos veces siguió bailando muy abrazada de Layín, la diputada responde: “A veces las chavas no saben que son objeto de violencia… A Rosita lo que le pasa es que no está empoderada… No sabe que es víctima de violencia, que esto realmente es en contra de su dignidad”.
Layín, sin embargo, parece haber encontrado una forma de comunicarse con la gente del pueblo, por lo menos en Nayarit, que los demás políticos no logran. En el discurso que lo lanzó a la fama nacional afirmaba: “Me han criticado mucho que a mí me gusta mucho el dinero. ¿A quién no le gusta? ¿Que le robé a la Presidencia? Sí le robé poquito, nomás una rasuradita, porque está bien pobre. Pero lo que con esta mano me robaba, con ésta se lo daba a los pobres”.
Esta declaración habría significado el fin de la carrera de otros políticos, pero a él le generó una mayor popularidad entre una población que da por hecho que todos los políticos roban pero que no lo reconocen ni reparten el dinero. Otras frases han encumbrado más a Hilario en la opinión de los nayaritas. Él se describe a sí mismo, por ejemplo, como “sencillo, trabajador y jalador”. Cuando ha repartido dinero en vez de despensas o gorras y camisetas en sus presentaciones públicas lo ha justificado diciendo: “A la gente le gusta el bolo”. Y al hablar de su reelección y apoyo popular en San Blas, la explicación es fácil: “Es que la gente está refeliz”.
Si bien los políticamente correctos rechazan al alcalde con verdadero horror, la popularidad de Layín (que es el nombre con que apareció en la boleta) es evidente y creciente. A su fiesta, a la que invitó a “millonarios, ricos y jodidos como yo”, acudieron miles que aplaudieron a rabiar no sólo a El Recodo sino el gesto del alcalde de subirle el vestido a la “niña Rosita”. Víctor Gordoa, rector del Colegio de Imagen Pública, me dice que no comparte para nada ni las ideas ni los comportamientos del Layín, pero añade: “El tipo es un genio propagandístico”.

Cierre de circos
El Partido Verde debe estar orgulloso de sus logros. Setenta circos han cerrado ya sus puertas y unas 2 mil personas han perdido el empleo, según la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circos, por la prohibición de animales circenses. Lo peor es que nadie sabe adónde van a ir a parar los animales que se han quedado sin trabajo.

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