Opinion

LA COLUMNA

DE LOS REPORTEROS

2015-03-30

Apropósito de la Semana Santa y la trascendencia del concierto ofrecido por Juan Gabriel, los rivales políticos en pos de la candidatura del PRI a la gubernatura vivieron algo así como un viacrucis, en el que recorrieron, si no las 14 estaciones que marca la tradición, al menos varias de ellas.
Para muchos Verónica bien podría haber sido interpretada por Graciela Ortiz, y aunque no limpió el rostro a nadie, ella se mantuvo limpiando el sudor que perlaba su frente cada vez que le llegaban los reportes que desde primera fila le hacía llegar vía mensaje de texto el ex fiscal general Carlos Salas.
La que se vio muy institucional, como soldada romana, fue la senadora Lilia Merodio, quien aparentemente gozó el espectáculo dejando de lado el estrés de la cuestión política.
No faltó quien comentara que el espaldarazo que Juan Gabriel dio al gobernador Duarte y al alcalde Serrano, al ofrecer gratuitamente su concierto a miles de personas en la plaza de la Equis, fue casi como celebrar una resurrección de la cual también se benefició Teto Murguía, responsable de la construcción de esa plaza de la Mexicanidad, a la que le han sacado tanto jugo los actuales mandatarios.
Quien no supo si ayudar o quedarse quieto, por aquello de que las televisiones son para ver telenovelas y no los noticieros, fue el alcalde de Chihuahua, Javier Garfio Pacheco, que jugando de visitante se dedicó a intentar sacar los goles en contra, aunque al final el marcador le fue adverso.

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Por cierto, llamó la atención que Juan Gabriel dijera que pensaba quedarse a vivir en Juárez para siempre. Hay preguntas obligadas al respecto: ¿Es ya esta ciudad lo suficientemente segura para una celebridad de ese nivel o requerirá seguridad permanente? ¿A cargo de quién correría esa seguridad?
Dan gusto ese tipo de expresiones viniendo de alguien como Alberto Aguilera Valadez, que seguramente hizo desde el corazón, pero esta clase de decisiones deben involucrar también la mente.
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Una encuesta de preferencia electoral elaborada por Reforma y publicada hoy por El Diario indica que el PRI se mantiene a la cabeza rumbo a los comicios para diputados federales del 7 de junio, con 32 por ciento, 2 puntos porcentuales más de lo obtenido en un ejercicio similar que se hizo en diciembre del año pasado.
El PAN perdió 3 puntos en relación con la encuesta de diciembre (25 por ciento), pero se mantiene en la segunda posición con 22 por ciento, mientras que el PRD le sigue con 14 por ciento –ganó un punto en relación con lo obtenido previamente, respectivamente–.
Aunque en algunos estados el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) va en alianza con el PRI, la encuesta lo ubica de manera independiente con 7 por ciento pisándole los talones a Morena (de López Obrador) que alcanzó 8 puntos porcentuales.

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Alrededor de 40 comerciantes de un mercado de segundas que se instala los fines de semana a la altura de bulevar Zaragoza y Ramón Rayón, en el suroriente de la ciudad, denunciaron que la Dirección de Comercio Municipal les niega los permisos para trabajar si no los tramitan a través de un líder que responde al nombre de Gabriel Prado.
Comentan que durante varios años aceptaron el liderazgo de Prado, pero luego empezó a abusar en el cobro de las cuotas y a agredir a varios de los comerciantes, sobre todo mujeres, por lo que decidieron independizarse y desde agosto pasado intentaron tramitar directamente los permisos para expender sus mercancías, principalmente artículos de segunda.
Afirman que en diversas ocasiones acudieron a presentar la papelería necesaria y el pago correspondiente, pero se toparon con la negativa de Mario López López, de Comercio Municipal, quien les exige que todo se haga a través del mencionado líder.
Informaron que ya denunciaron en una ocasión los hechos ante el secretario del Ayuntamiento, Jorge Quintana, quien supuestamente ordenó a López López que les expidiera los permisos, pero cuando acudieron a Comercio la negativa estaba vigente.
Hoy realizarán una protesta en la explanada de la Presidencia Municipal para exigir que se les permita trabajar.

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El conflicto que se vive en el fraccionamiento Urbiquinta Granada, ubicado a espaldas del centro comercial Gran Patio Zaragoza, por la permanencia o no de las rejas y la caseta ubicadas en los accesos tiene su origen en un pleito casi personal entre la actual presidenta del comité de vecinos Vanessa Murillo y su predecesor, Lázaro Armenta, en perjuicio del resto de los vecinos e involucrando hasta a las autoridades municipales.
Resulta que al terminar el período de Armenta como presidente y asumir Murillo, ésta acusó al primero y, a quien colaboró en su administración como tesorera, de haber desviado fondos de las cuotas que aportan los vecinos para mantenimiento y pago de los guardias de seguridad. Sin embargo nunca ofreció pruebas de los supuestos desvíos y ahí se originó el problema.
La ex tesorera, quien es maestra de profesión, presentó una demanda por daño moral en contra de Vanessa ante el juzgado segundo de lo civil y, en represalia, esta última prohibió a los guardias que les abrieran la puerta a ella y a Armenta cuando pretendieran acceder al fraccionamiento, aduciendo que no pagan sus cuotas.
La cuestión es que ninguno de los dos ex dirigentes vecinales se negó a realizar los pagos sino que Vanessa nunca quiso recibírselos, al grado que tuvieron que hacer el depósito ante un juez para que hubiera constancia legal de que sí están pagando. La actual presidenta ya fue citada a comparecer ante el juzgado en el que se depositaron las cuotas, y aunque atendió el citatorio, no se dio por enterada de los pagos y continuó negándoles los servicios a los susodichos.
Fue cuando éstos decidieron solicitar a Desarrollo Urbano del Municipio que interviniera y el titular, Eleno Villalba, realizó una inspección y encontró que no tenían autorización para las rejas y las casetas, por lo que ordenó que fueran retiradas por un lapso de 30 días, hasta que regularizaran la situación. Pero Murillo instó a los vecinos a recolocarlas, violando la disposición oficial.
Eso no es todo, luego se descubrió que los guardias que prestan servicio en el fraccionamiento pertenecen a una agencia que no cuenta con registro antes las autoridades de Seguridad Pública y que es propiedad de Vanessa, lo cual representa un claro conflicto de interés y explica por qué los guardias le hacen caso a ella.
Dicen que la molestia por lo que ocurre ya se hizo manifiesta en otros vecinos del fraccionamiento, pero temen decirlo abiertamente porque le temen a la presidenta, que supuestamente trabaja para la Procuraduría General de la República.
Ahora Lázaro Armenta pretende hacer uso de un recurso legal denominado juicio sumario, para que por ley le otorguen los servicios que le dan a los demás vecinos sin tener que pagar por ellos, por la violación a sus derechos vecinales por parte de la actual directiva. Además promovería un amparo contra la Dirección de Desarrollo Urbano por permitir que las rejas fueran reinstaladas a pesar del mandato previo para que el acceso fuera libre. Total que entre malos vecinos te veas y así te va.

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Vecinos del fraccionamiento Horizontes del Sur denunciaron ante Los Reporteros que en la esquina de las calles Arquitectos y Adamo Boari, a 35 metros de la Secundaria Técnica 33 y el CBTIS 11 está ubicada una tienda de las denominadas Extra, cuyo principal artículo en venta son las bebidas con algún contenido de alcohol.
Comentan que ese establecimiento ya había sido cerrado por la obvia violación a la ley de alcoholes, debido a la cercanía a los centros escolares antes mencionados –hay también un jardín de niños y una primaria a muy corta distancia–, pero además porque las autoridades tuvieron conocimiento de que ahí vendían cerveza a los estudiantes, en su gran mayoría menores de edad.
El caso es que de pronto fueron retirados los sellos de clausura, el negocio fue reabierto ante la molestia de los padres de familia por el riesgo que las prácticas antes citadas continúen. Los vecinos se preguntan a qué santo le reza el propietario de ese negocio para quebrantar de manera tan flagrante la ley y que no pase nada.

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